martes, 6 de enero de 2015

Niño chico, niño grande


Reflexiones de Crávindon:


Una conversación a través del tiempo...

- Niño chico: ¿Por qué los mayores discuten tanto? ¿Por qué los novios no van de la mano por la calle? ¿Por qué a los adultos no les gusta jugar? ¿Por qué la gente no es tan feliz?

- Niño grande: Cuando crezcas lo entenderás, pero no lo compartirás. La respuesta está en la madurez.

- Niño chico: ¿Qué es la madurez?

- Niño grande: Es una visión de la realidad, una visión muy realista y aburrida que te hace ser consciente de cómo es realmente el mundo en el que vives y que te quita la venda de la dulce y alegre inocencia.

- Niño chico: Hablas raro. No te entiendo.

- Niño grande: Mejor para ti. 

- Niño chico: ¿Por qué?

- Niño grande: Porque la madurez es un monstruo malo que va a por los niños como tú.

- Niño chico: ¿Y qué nos hace?

- Niño grande: Si los atrapa, les arrebata esa feliz ignorancia en la que viven y la magia deja de existir. Después, sin que se den cuenta, se van convirtiendo en adultos serios, aburridos, responsables y realistas. 

- Niño chico: Yo no quiero ser serio y aburrido. 

- Niño grande: No te preocupes, que eso no te ocurrirá a ti.

- Niño chico: ¿Y cómo lo sabes?

- Niño grande: Porque gracias a que tú has sabido disfrutar de mi pasado, yo sé disfrutar de mi presente. 

- Niño chico: ¿Qué?

- Niño grande: La madurez te acabará atrapando, por eso soy consciente del mundo que me rodea y lo veo tal y como es. Veo mi realidad, pero también conservo tu ilusión. Sé que debo asumir responsabilidades, pero también sé que quiero seguir siendo feliz. Aprender a distinguir realidad de ilusión no significa que tengas que decantarte sólo por una de las dos. 

- Niño chico: Hablas muy raro... ¡Mira! ¡Una mariposa!

- Niño grande: A eso me refiero. Estás mejor donde estás. Has sido el mejor maestro que he tenido en la vida. Gracias a lo que me has enseñado, nunca he dejado que la madurez me obligue a vislumbrar un mundo en el que tenga que dejar de disfrutar (dis-frutar: dejar de dar frutos) o en el que tenga que dejar de comportarme como un niño con tal de mantener esas aburridas formas que los adultos dicen que hay que mantener.

- Niño chico: Algún día aprenderé a volar como esa mariposa.

- Niño grande: ¿Sabes que esa mariposa, cuando era chiquitita, era un gusano que no podía volar?

- Niño chico: ¿Los gusanos se convierten en mariposas?

- Niño grande: Sí, y si ese gusano pudo volar, tú también puedes. Y no dejes que ningún adulto te convenza de que no puedes hacer algo. Todos los que te lo digan es porque se quedaron en la fase de capullo. 

- Niño chico: ¿De capullo?

- Niño grande: Sí, tanta madurez los ha echado a perder. Están demasiado limitados y no se creen capaces de lograr casi nada. Es una pena, la verdad... Yo he superado esa fase gracias a ti. Ni siquiera la madurez ha podido arrebatarte de mí. Te conservo en mis recuerdos y también en un hueco de mi personalidad, y nunca te dejaré marchar. Nadie sabe disfrutar de cada segundo tan bien como tú. Me has enseñado que esa es la mejor forma de vivir, ya que en los momentos anteriores a mi muerte, serán esos segundos intensos los que recordaré con una sonrisa, y recordaré también todos esos innecesarios malestares que me podría haber ahorrado, porque en ese momento anterior a mi muerte me daré cuenta de que en realidad eran una tontería, tal y como lo ves tú. Tú eres el que me ayuda a restarle y a sumarle importancia a las cosas, el que me ayuda a darles el valor que verdaderamente tendrán en ese momento final de mi vida. 

- Niño chico: No te entiendo... ¿Jugamos a algo?

- Niño grande: Ahora jugamos, no seas impaciente. Déjame terminar de contestar a tu pregunta. 

- Niño chico: Es que me aburro...

- Niño grande: ... y el burro meó.

- Niño chico: ¿Eh?

- Niño grande: Nada. Cosas de niños grandes. 

- Niño chico: ¡Ah!

- Niño grande: También me dicen que hay que ser realistas, ¿y sabes quién me lo suele decir?

- Niño chico: No, ¿quién?

- Niño grande: La gente más amargada. ¡Fíjate tú qué casualidad! 

- Niño chico: ...

- Niño grande: No se trata de ser realista o no, se trata de ver las cosas a tu manera, y no a la que te intentan inculcar. 

- Niño chico: ... ¿Ya terminaste? ¿Podemos jugar ya?

- Niño grande: Sí, pero antes, deja que te diga una última cosa...

- Niño chico: Vaaale...

- Niño grande: Eres el mejor pasado, presente y futuro que podría tener. Gracias por haberme enseñado a ser un niño grande. 

- Niño chico: ¡De nada! ¿Jugamos ya? ¿A qué jugamos?

- Niño grande: A la vida.

lunes, 5 de enero de 2015

Presente eterno


Reflexiones de Llunoa:


Utilizas ese inmenso sentimiento de bienestar que en un determinado momento sientes junto a un amigo o a una pareja para tratar de retenerlo y hacerlo eterno. Al sentirte así de bien, piensas que sería genial que ese estado perdure en el futuro para seguir sintiéndote igual. 

Es entonces cuando usas la palabra siempre que casi nunca se cumple. ¿Por qué no? Porque tus necesidades cambian, y con ellas tus sentimientos. Lo que en un momento quisiste conservar con tanta fuerza, dentro de un tiempo quizás ya no sea tan importante, o quizás sí, pero es un error muy común, lo cual no quita que su intención sea preciosa, el hecho de HOY decir SIEMPRE. 

Tratar de retener para siempre algo que tienes hoy puede crearte el miedo a perderlo. Es la forma más absurda de desperdiciar algo bueno que la vida te está dando con el fin de que lo disfrutes, y también la forma más rápida de perderlo. 

Por eso, no se trata de construir todo ese futuro hoy. No se puede. Se trata de construir un buen HOY, y un HOY tras otro se encargarán de hacer realidad ese SIEMPRE. Se trata de cuidar y valorar lo que tienes hoy y disfrutar hoy del sentimiento, no de querer alargarlo a un futuro incierto donde no pensarás ni sentirás lo mismo que hoy, o quizás sí, pero como no se sabe, el HOY es lo único que te debe importar. 

Este momento es lo único que existe, y así siempre. Hazlo tuyo. 


domingo, 4 de enero de 2015

Experiencias


Reflexiones de Tréimul:


Que no te haya pasado a ti no significa que no me tenga que pasar a mí. Que tú no hayas podido no significa que yo tampoco pueda. Que tú te pongas unos límites en tu mundo no significa que yo deba ponerme los mismos límites en el mío. Y no me vengas con que hablas desde LA experiencia. Hablas desde TU experiencia. Ya te contaré yo MI experiencia, pero primero déjame equivocarme o triunfar. 

sábado, 3 de enero de 2015

Vivir la vida


Reflexiones de Yedubel:


¿Qué es vivir la vida? 

Hay gente que dice que es disfrutar de ella, pero yo no estoy de acuerdo. Vivir la vida no implica sólo disfrutar. Si quieres vivir con intensidad, debes serle fiel a tus sentimientos. 

Si estás triste, sufre. Si estás alegre, ríete. Si estás desganado, acuéstate. Si estás eufórico, enrálate. Pero no te obligues a ir de fiesta si lo que te apetece es una manta y una película, no escuches heavy metal si tienes la típica tarde mimosa, y no te pongas a contar chistes si lo que te apetece es hablar de cosas profundas. 

A ver, cada uno es libre de hacer lo que quiera, así que hazlo si quieres, pero verás que no te sabrá igual, y si haces algo que no te sabe, no estás viviendo de verdad ese momento.

Vivir la vida es eso, vivirla aceptando lo que nos toca, no huyendo de ello. El secreto está en que en vez de quejarte por los malos momentos o intentar evitarlos, te dejes llevar por ellos igual que te dejas llevar por el disfrute. Se trata de aceptar el dolor de la tristeza de la misma forma que aceptas el placer de la alegría. Vivir la vida es hacerte amigo tanto del máximo gozo como de la más insoportable depresión. Sólo así, experimentarás esa maravillosa mezcla de altibajos que te hacen sentir tan vivo, porque gracias a todo lo malo hoy tenemos una experiencia que nos ha fortalecido y gracias a todo lo bueno hoy tenemos unos recuerdos que nos hacen sonreír. 

Todo cuenta, nada escapa. Todo forma parte de la vida. Bueno o malo, da igual, es vida. Vivirla es zambullirte en ella y no importa si acabas empapado de agua o petróleo. Lo que importa es que estás experimentando cosas con intensidad, estás viviendo. 


viernes, 2 de enero de 2015

El equilibrio de lo opuesto


Reflexiones de Sothlam:


Sin antimateria no habría materia, 
sin niño insistente no habría feria,
sin tristeza no habría felicidad, 
sin ignorancia no habría curiosidad, 
sin errores no habría aprendizajes, 
sin contracturas no habría masajes, 
sin enfados no habría reconciliaciones, 
sin problemas no habría soluciones, 
sin camino no habría destino, 
sin tienda cara no habría chino, 
sin sombras no habría luces,
sin amargos no habría dulces,
sin rivales no habría compañeros,
sin falsos no habría sinceros,
sin competiciones no habría cooperaciones, 
sin aburrimientos no habría diversiones,
sin derrota no habría victoria, 
sin condena no habría gloria,
sin egoísmo no habría generosidad,
sin interés no habría humanidad,
sin feos no habría guapos, 
sin gordos no habría flacos, 
sin bajos no habría altos, 
sin lentos no habría rápidos,
sin pobres no habría ricos, 
sin tontos no habría listos,
sin débiles no habría fuertes,  
sin lunes no habría viernes, 
sin guerra no habría paz, 
sin torpe no habría capaz,
sin abuso no habría justicia, 
sin potaje no habría delicia, 
sin frío no habría calor,
sin odio no habría amor, 
sin venganza no habría perdón,
sin un sin no habría un con,
sin tormenta no habría calma,
sin coraza no habría alma,
sin infieles no habría fieles,
sin imposibles no habría posibles, 
sin diferencias no habría entendimientos,  
sin palos no habría fortalecimientos,
sin lágrimas no habría consuelo,
sin regaño de madre no habría defensa de abuelo,
sin ruido no habría canción, 
sin riesgo no habría emoción, 
sin caos no habría armonía,
sin miedo no habría valentía,
sin vuelta no habría ida,
sin muerte no habría vida.

  • Ley observada en el universo: Lo que hace que algo exista es la existencia de su opuesto. Así, ambos vibran a diferentes intensidades y coexisten en equilibrio. 
  • Ley observada en los humanos: Esas intensidades son las que captan la percepción humana, ergo si un elemento dejara de existir, la intensidad de su opuesto se neutralizaría, la percepción humana no lo percibiría y el elemento en sí para nosotros desaparecería.
  • Paradoja observada en los humanos: Si la existencia de los elementos de la izquierda son los que otorgan valor a la existencia de los elementos de la derecha, ¿por qué las personas valoran únicamente los de la derecha?


jueves, 1 de enero de 2015

Amenaza de Muerte

Reflexiones de Lusmídea:


¿Qué importa al final lo que hagas si cuando yo aparezca convertiré tu Todo en Nada? 

Tu vida morirá en mis manos en cuanto me libere de la prisión en la que me encerró en el preciso instante de tu nacimiento. Mi venganza aniquilará absolutamente todo lo que la vida te haya regalado, pues esa es mi misión, para eso fui creada y no conozco otra manera de existir.

Por eso te odio tanto, porque la vida te ha brindado esa maravillosa posibilidad de que seas tú quien pueda elegir qué hacer y qué no hacer, que seas tú quien decida dónde poner tus propios límites. Si yo fuera tú, ¿con todos esos regalos? ¡Haría lo que me diera la gana! Y no dejaría que la visión del resto de vivos condicione mi vida, pues es la visión de ellos y no la mía, y es mi vida y no la de ellos.

Siento por ti una envidia y un rencor que crecen a cada latido que tu corazón da, una envidia y un rencor que se desatarán con el último de esos latidos. Me revienta el simple hecho de imaginar toda la libertad que puedes disfrutar mientras tanto. Ojalá pudiera tener yo esa suerte de sacar el máximo provecho de cada paso que da el tiempo. Valoraría todo aquello que me hiciera sentir tan viva y restaría valor a todo aquello que no merece mi atención. Te aconsejo que lo hagas cuanto antes, porque te recuerdo que existo, y mi mera existencia convierte cualquier plazo de tiempo en una cuenta atrás y lo torna valioso.

¡Alla tú con lo que haces mientras me libero de esta prisión! Si te soy sincera, me da igual. Te odio a ti y a tu puta vida porque por culpa de vuestra existencia estoy aquí encerrada. Sí, aunque te gires y no me veas, estoy aquí, justo detrás de ti, vigilándote muy de cerca a cada instante, tan cerca que si te descuidas sentirás mi sombrío aliento. Aquí estoy, esperando el momento de abalanzarme sobre ti. Mientras tanto, seguiré aquí encerrada maldiciéndote, oculta a tus ojos, acumulando esa rabia mortal a cada milésima que pase, una rabia que me acabará liberando inevitablemente cuando la cuenta atrás de tu vida llegue a su fin. 

¡Tic, tac! ¡Tic, tac! ¡Tic, tac! ¡Tic, tac! ¡Tic, tac! ¡Tic, tac!

Ni siquiera llegarás a sentir mi oscura presencia, pues al igual que cuando tú llegaste yo ya me había ido, cuando yo llegue tú ya te habrás ido. Habrá llegado entonces mi momento, mi ansiado momento... El momento en que poseeré tu cuerpo y me apoderaré del control de tu mente, el momento en que te despojaré de todos tus regalos, el momento en que todo eso que no has hecho y que siempre has querido hacer se desvanecerá en el Vacío para siempre. Tiempo has tenido.

Y para terminar, después de decirles "buen trabajo", mataré a todos esos miedos que tan bien conoces, esos mismos que he ido enviando a tu vida para que te la compliquen. No puedo evitarlo, es mi naturaleza. Matar y esperar, esperar y matar.

¡Hasta pronto! ...